Artículo: Andy Warhol: la fama como un objeto de vanguardia
Publicado Originalmente en Periodico Imagen de Veracruz el 22 de Febrero de 2011
con el título:
Andy Warhol es el exponente más influyente en el mundo de las artes de la década de los 60. Su corriente – el arte pop o pop art—tiene como premisa básica el uso de colores llamativos, casi fluorescentes y hasta centellantes. Sin duda, su meta es captar la atención para posteriormente comunicar un mensaje.
Nacido en Pittsburg el 6 de Agosto de 1928, Andrew Warhol se valió de diversas técnicas, algunas vanguardistas para la época como la serigrafía y otras un tanto tradicionales, como la acuarela. Además, utilizó imágenes de personajes de la farándula para expresar su visión del mundo, que reflejaba un tanto el consumismo del que somos asiduos adictos.
Andy Warhol fue una leyenda incluso mientras estaba vivo. Su fama fue equiparable a la de las estrellas que serigrafiaba. Por lo que el mismísimo rey del rock, Elvis Presley, la adorada diva del cine estadounidense Marilyn Monroe y Mick Jagger, el legendario líder de los Rolling Stones, son unos de los tantos personajes que aparecieron en sus trabajos. Pero quizás su obra más conocida es “Bote de sopa Campbells” (1968), tan reutilizada en camisetas, comerciales de televisión y demás artífices publicitarios.
Con este tipo de material fue que Warhol vivía con la cuchara de plata en la boca, siendo un afamado dibujante publicitario, pero conservando un solo fin en su mente, el ser reconocido como un artista auténtico, en pintura, cine de vanguardia, literatura y música.
Como dibujante publicitario siempre contenía una originalidad decorativa que llamaba la atención, desde etiquetas de café hasta latas de duraznos, pasando por comerciales de Pepsi Cola, el talento de este artista se hace presente en cada uno de estos trabajos y su técnica distintiva se vuelve fácilmente reconocible.
A partir de que Warhol se desenvuelve y va adquiriendo dominio de la técnica es que crea “129 muertos en un accidente de aviación”, “Accidente automovilístico blanco 19 veces” y “Auto verde ardiendo”. Cabe mencionar que varios críticos consideraban sus obras como bromas pesadas, presumidas y sobrevaloradas, pero todo ello cimentó aún más su fama como artista rebelde interdisciplinario, dada su actitud irreverente hacia la fama, convirtiéndola en un objeto de vanguardia.
La influencia de Warhol se llega a percibir aún en nuestros días con autores que vivieron su niñez en los 60. Novelistas como Douglas Coupland a inicio de los 90 encabezaron una corriente literaria denominada por los críticos “literatura pop”, que hacía culto y reverencia a los trabajos de Warhol, tanto en la visión de la realidad como en la estética.
Nada mal para un creador adelantado a su época y a quien se le atribuye la célebre frase: “en un futuro todos seremos famosos por quince minutos”. Parece que había tenido visiones futuristas sobre los ahora llamados “reality shows” y “el periodismo amarillista”. Warhol, profeta y gurú de la modernidad, falleció en Nueva York el 22 de febrero de 1987.
con el título:
"Warhol: la fama como un objeto de vanguardia"
L.C.C. Miguel Eugenio Mora Pérez
Nacido en Pittsburg el 6 de Agosto de 1928, Andrew Warhol se valió de diversas técnicas, algunas vanguardistas para la época como la serigrafía y otras un tanto tradicionales, como la acuarela. Además, utilizó imágenes de personajes de la farándula para expresar su visión del mundo, que reflejaba un tanto el consumismo del que somos asiduos adictos.
Andy Warhol fue una leyenda incluso mientras estaba vivo. Su fama fue equiparable a la de las estrellas que serigrafiaba. Por lo que el mismísimo rey del rock, Elvis Presley, la adorada diva del cine estadounidense Marilyn Monroe y Mick Jagger, el legendario líder de los Rolling Stones, son unos de los tantos personajes que aparecieron en sus trabajos. Pero quizás su obra más conocida es “Bote de sopa Campbells” (1968), tan reutilizada en camisetas, comerciales de televisión y demás artífices publicitarios.
Con este tipo de material fue que Warhol vivía con la cuchara de plata en la boca, siendo un afamado dibujante publicitario, pero conservando un solo fin en su mente, el ser reconocido como un artista auténtico, en pintura, cine de vanguardia, literatura y música.
Como dibujante publicitario siempre contenía una originalidad decorativa que llamaba la atención, desde etiquetas de café hasta latas de duraznos, pasando por comerciales de Pepsi Cola, el talento de este artista se hace presente en cada uno de estos trabajos y su técnica distintiva se vuelve fácilmente reconocible.
A partir de que Warhol se desenvuelve y va adquiriendo dominio de la técnica es que crea “129 muertos en un accidente de aviación”, “Accidente automovilístico blanco 19 veces” y “Auto verde ardiendo”. Cabe mencionar que varios críticos consideraban sus obras como bromas pesadas, presumidas y sobrevaloradas, pero todo ello cimentó aún más su fama como artista rebelde interdisciplinario, dada su actitud irreverente hacia la fama, convirtiéndola en un objeto de vanguardia.
La influencia de Warhol se llega a percibir aún en nuestros días con autores que vivieron su niñez en los 60. Novelistas como Douglas Coupland a inicio de los 90 encabezaron una corriente literaria denominada por los críticos “literatura pop”, que hacía culto y reverencia a los trabajos de Warhol, tanto en la visión de la realidad como en la estética.
Nada mal para un creador adelantado a su época y a quien se le atribuye la célebre frase: “en un futuro todos seremos famosos por quince minutos”. Parece que había tenido visiones futuristas sobre los ahora llamados “reality shows” y “el periodismo amarillista”. Warhol, profeta y gurú de la modernidad, falleció en Nueva York el 22 de febrero de 1987.

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