Artículo: Calentamiento Global: Alerta Mundial

Publicado Originalmente en Periodico Imagen de Veracruz el 25 de Noviembre de 2011
con el título:

"Alerta Mundial: Calentamiento Global"
L.C.C. Miguel Eugenio Mora Pérez, M.M.P


A través de la historia, la humanidad ha tomado de la naturaleza todo lo que necesita para satisfacer sus necesidades vitales y asegurar su supervivencia en términos como alimentación, vestido y vivienda. Desde la revolución industrial, con la llegada de las máquinas y el uso de fuentes de energía como el carbón y el petróleo, la era de la producción en masa empezó. De esta manera, un feroz consumismo tuvo una vívida expansión en la segunda mitad del siglo XX y de igual forma, la contaminación se incrementó más y más.


A mi parecer, existe una relación estrecha entre consumismo y ecología, debido a que la materia prima que se necesita para crear artículos de uso humano proviene de la naturaleza. Y también la producción industrial consume tanto energía como recursos que la mayoría de las ocasiones no son renovables. Además, el consumismo general grandes volúmenes de basura.

El cambio climático es una responsabilidad que se observa como colectiva a nivel global, por parte de todos los gobiernos y de cada persona en el planeta. Este es sin duda alguna, uno de los retos más grandes que podemos encarar como humanidad, y es increíble la manera en que no hacemos nada para resolverlo. Actualmente hemos escuchado muchas cosas sobre el cambio climático, pero hay mucha gente que piensa que es algo irreal, como si fuese parte de una película de ciencia ficción. Pero a decir verdad, estamos viviendo las consecuencias de nuestros actos al seguir ignorando el enorme problema que hemos provocado.

El calentamiento global es un incremento en la temperatura media de la atmósfera, lo cual contribuye a modificar tanto las temperaturas estándares como la lluvia o el viento, por un periodo extenso de tiempo.

Las causas del cambio climático pueden clasificarse en dos: naturales o antropogénicas, en otras palabras, causadas por humanos. Siendo estas causas las más peligrosas, debido al alto potencial que los seres humanos hemos demostrado para la autodestrucción.

Algunas causas naturales son impredecibles como los incendios forestales y las explosiones volcánicas. Los volcanes emiten partículas, gases y sustancias que se evaporan en la atmósfera.

Por otro lado, dentro de las causas antropogénicas (efectuadas por el estilo de vida o trabajos de los seres humanos) están presentes algunos gases como: Dióxido de carbono, Oxido Nitroso y Metano. Estos gases contribuyen a la creación del efecto invernadero, fenómeno en el cual se opone a la tarea de la Tierra, la cual debe liberar al espacio la misma cantidad de energía que obtiene del sol.

Cuando los gases de invernadero se acumulan, la atmósfera se vuelve más gruesa, atrapando más rayos solares y se genera un notorio incremento de temperatura. Este calentamiento provoca una alteración en los ecosistemas, generando severos cambios climáticos como tormentas, huracanes, inundaciones, incendios forestales y sequías.

Esto ocurre debido a que las aguas de los océanos se vuelven más calientes, evaporando un gran volumen de agua, y si todo el hielo polar se derritiera, el nivel del mar alrededor de todo el mundo se incrementaría al menos 7 metros, hundiendo varias líneas costeras.

Todo esto puede poner en duda la utilidad del protocolo de Kyoto. Dicho documento es un acuerdo internacional enlazado al Convenio de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Fue adoptado en Kyoto, Japón el 11 de Diciembre de 1997 y entró en vigor el 16 de Febrero de 2005.

La característica distintiva del Protocolo de Kyoto es que establece objetivos para 37 países industrializados y la Comunidad Europea con el fin de reducir sus emisiones de gas invernadero en al menos un 5% contra los niveles de 1990 en el periodo de 5 años comprendido de 2008 a 2012.

La mayor diferencia entre el Protocolo y la Convención es que mientras el Convenio sólo buscaba persuadir a los países industrializados a que estabilizaran sus emisiones de gas invernadero, el protocolo va más allá y los compromete a hacerlo.

Aunque los acuerdos establecidos estén firmados, el calentamiento global continúa con efectos cada vez más devastadores. Los problemas que se generan no sólo afectan a los países que los producen, sino a millones y millones de personas y de ecosistemas alrededor del planeta.

Otro aspecto que se debe remarcar es el nivel de responsabilidad que diversas naciones tienen en un problema mundial, es cierto que todo mundo contamina de alguna u otra manera, pero el nivel de contaminación y huella de carbono guardan una estrecha relación con el nivel de desarrollo y riqueza de cada país.

Cada persona del grupo G8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) contamina 27 veces más que una persona de un país “en vías de desarrollo”.

¿Qué es lo que la humanidad está haciendo para resolver este problema?

Prácticamente nada. Los políticos lo evaden diciendo que la producción de energías renovables es muy costosa, cuando en realidad es que sólo costaría aproximadamente el 3% del Producto Interno Bruto de todo el mundo, pero definitivamente resultará más gravoso el continuar sin hacer nada.

El protocolo de Kyoto es un documento poderoso pero muchos gobiernos no se adhieren a él ni a sus compromisos, (Estados Unidos no lo ha firmado) y además buscan huecos legales para no cumplir a cabalidad con los acuerdos que pueden poner en grave riesgo su poder económico y político, porque ello podría afectar los intereses de algunos hombres de negocios, quienes en ocasiones se resisten a acatar las regulaciones para disminuir la contaminación y son a su vez protegidos por los políticos.

Algunas propuestas de solución como ciudadano responsable son: reducir el uso de su automóvil, y si está dentro de sus posibilidades, comprar uno híbrido. Aunque también puede utilizar el transporte público, tomar la bicicleta o simplemente caminar.
En casa, puede apagar las luces y desconectar los electrodomésticos que no esté utilizando. Además de reducir el uso de agua caliente, energía eléctrica y sistemas de aire acondicionado. Y en la medida de lo posible, no utilizar platos desechables. Y finalmente, considere plantar un árbol.

Como estas, hay muchas otras acciones que podemos hacer, pero lo más importante es llevarlas a la práctica. No debemos esperar a que el clima cambie y nos destruya, el planeta no puede esperar más, tenemos que empezar a actuar en estos momentos.

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