Análisis del libro: Ulises (James Joyce)


Comunicación y Literatura, Caso: Ulises de James Joyce




En el año 2012, Paulo Coelho hizo un comentario que a los amantes de la literatura les pareció absurdo y desafortunado. Dijo que Ulises, novela cumbre del escritor James Joyce, ha sido uno de los libros que ha afectado de forma negativa a la humanidad porque, según él, no hay nada relevante en dicha obra, solamente puro estilo y que dicha historia solo da para un tweet.

Toda persona practicante del hábito de la lectura tarde o temprano se da a la tarea de sumergirse en el vasto océano de la literatura universal y emprende la titánica labor de nadar en aquellos mares profundos donde se encuentra con autores densos. Como James Joyce y su Ulises, que es un frondoso y laberíntico navío cuyo flotación sorprende por lo denso de su manufactura.

Tanto escritores amateur y como profesionales hablan de este libro, pero curiosamente pocos lo han leído completo y mucho menos las otras obras que la preceden: Dublineses, Poemas Manzanas, Retrato del Artista Adolescente. Considero a Ulises, publicado en 1922, como un gran experimento, mezcla de varios estilos narrativos y en ocasiones, de géneros literarios. La forma de redacción es compleja—usa latín, francés, español, inglés e irlandés—y al mezclaros crea pedazopalabras, erigiendo un complejidioma muy advanceado.

Hay que decirlo, no hay una trama compleja a simple vista, pero la novela es ambiciosa desde el aspecto de que intenta narrar casi en tiempo real lo que le sucede a Leopoldo Bloom durante un día, y en menor medida a Esteban Dédalus.

Pero en un espectro más amplio, intenta registrar cada pensamiento, sentimiento y recuerdo de todos los personajes presentes en este viaje de un día por la ciudad de Dublín. Se convierte en una obra totalizadora porque es un microcosmos con vida propia.

Comúnmente no hay aviso—ni con signo de puntuación ni con cambio de tipografía —cuando existen cambios de:
*Narrador que describe acciones de personajes.
*Narrador que recuerda algo.
*Narrador que sueña.
*Personaje que habla con otros.
*Personaje que hace un monologo interno en el momento.
*Personaje que recuerda.
*Personaje que sueña.

Esta novela tiene su recompensa una vez que se entra en su convención, creándose un verdadero diálogo con el autor a través de los personajes y logrando una comunicación literaria sumamente profunda. Y es que la construcción de significación de las imágenes que presenta es vasta en referentes, tanto en fuerza narrativa como metafórica. En cuanto a “estilo visual” (si es que se le puede llamar así) intercala y presenta notas de periódico, facturas y recibos de pago. Efectivamente, un capítulo está redactado y visualmente presentado como si fuera una obra de teatro, y por supuesto, está el hecho visualmente confuso del monólogo interior o “flujo de consciencia” del capítulo final. Este último, al tener pocos signos de puntuación posee los enunciados más largos jamás escritos. Pero este hecho no tuvo mayor repercusión en el mundo literario, casi nadie escribe así porque es muy difícil que el lector entienda lo que el autor quiere comunicar.

En lo personal, disfruto más del Retrato del Artista Adolescente porque es más liviano, crea buenas atmósferas de forma sencilla y bella sin dejar de ser experimental y arriesgado, a su manera.

Mi opinión es que Ulises presenta los delirios de grandeza de un ególatra pretencioso de genial talento. Para bien o para mal, James Joyce es y seguirá siendo un referente obligado. Definitivamente esta novela sería mejor si hubiera sido puesta en manos de un editor, porque se habría asegurado de que fuera asimilable—no por ello simplificada—pero creo que Joyce no la escribió para que fuera leída ni mucho menos entendida, la escribió para poder pasar él a la historia, lo cual advirtió al publicar el libro: “He puesto tantos enigmas y puzzles que van a mantener ocupados a los catedráticos durante siglos debatiendo sobre lo que yo quería decir, y esta es la única manera de asegurarme la inmortalidad”. Joyce. (2006). Considero que ha tenido éxito porque cada 16 Junio, muchas personas visitan la ciudad de Dublín para recorrer el camino emprendido por Bloom. La invitación queda hecha para ser valientes y enfrentarnos no solo a Ulises, sino a toda la literatura de comprensión, aduana obligada para todos los comunicólogos.


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