Artículo: Identidad del México actual, tan contradictorio, tan humano.
Publicado originalmente en el periódico Imagen de Veracruz el 28 de Mayo de 2013
con el título:
con el título:
Identidad del México actual, tan contradictorio, tan humano.
L.C.C. Miguel Eugenio Mora Pérez, M.M.P
La migración es una práctica
común que se ha llevado a cabo durante varios periodos de la historia de la
humanidad. En nuestros días es aún más frecuente encontrar personas fenómenode otras
culturas que se van introduciendo rápidamente en diversos países. Con
anterioridad, este fenómeno tenía como pretexto el libre comercio de
mercancías, pero posteriormente todos esos ideales se fueron transformando en
deseos de dominación y conquista entre imperios y países, forzando a los pueblos
conquistados a acatar la cultura y tradiciones del invasor, perpetuando la
victoria y “versión oficial” del atacante. Por ello se dice que los héroes y
villanos tienen valores ambivalentes, ya que estas etiquetas dependen quien
cuente la historia. Entonces es cuando se crean sentimientos de empatía
-aprobación hacia los “buenos héroes” o de rechazo-repulsión hacia los “malos
villanos”.
En nuestros días, las conquistas
no se dan con las armas, sino con presiones económicas, ideológicas y con los
diversos medios de comunicación y entretenimiento, que difunden estereotipos ideales
del “american way of life” o estilo de vida norteamericano. De forma persuasiva
buscan modificar la idiosincrasia de diversos países, toda vez que promueven de
imágenes de belleza y éxito que resultan inalcanzables pero bastante anhelados
por sociedades en vías de desarrollo.
Sin
duda, hay que ser realistas, no se pueden cerrar los ojos ni las fronteras. El
cambio es una constante en cualquier organismo vivo, y las sociedades no
escapan de este criterio. Por ejemplo, siendo verdaderamente honestos, muy
pocas cosas del México Prehispánico aún se preservan. Al ser conquistados por
España toda una amplia gama de tradiciones europeas, caribeñas y africanas echaron
raíces en nuestra tierra.
Una
de las primeras cosas que se pueden recordar de las culturas que existían en
México tiempos antes del dominio español, es que los pueblos se encargaban de
conquistar a los otros a su alrededor permitiéndoles conservar sus tradiciones,
idioma, rituales religiosos, etc… Esto siempre y cuando al vencedor se le
rindiera tributo con esclavos, comida, plumas de aves preciosas, entre otros.
Es decir, no buscaban el exterminio masivo, ni apoderarse de territorios para
expandir sus dominio, más bien quería tomar esclavos para sus ritos y tener
trabajadores a su mando. Siendo este un aspecto diametralmente opuesto al que harían
los anglosajones con los indios pieles rojas y similares, a quienes en la
actualidad tienen agrupados en reservaciones. En términos de organización
social, aún en nuestros días, considero que estamos estructurados como en
tiempos antiguos. Todas las culturas han tenido un punto en el cual sus
sociedades están divididas en gobernantes, burócratas, religiosos, comerciantes
(en nuestros días se les conoce como empresarios), clase trabajadora (también
llamada clase media) y pobres (antes eran los esclavos). Seguimos siendo una
sociedad de clanes y en la cual muy rara
vez una clase se mezcla con otra.
Existen
mitos muy arraigados a nuestra cultura, con explicaciones mágico-religiosas de
la realidad, pero ninguna otra como la actual celebración del día de muertos, festividad
que ninguna otra sociedad celebra, llamando la atención de los demás países del
mundo. Esta es en la festividad dedicada a la señora Mictecacihuatl, quien en
la mitología mexica es la reina de Mictlán o inframundo. Este tipo de rituales
se ven algo empequeñecidos por El Halloween, ya que realmente a los niños les
resulta más atractivo disfrazarse de monstruos o de superhéroes que poner un
altar en nombre de sus difuntos en sus casas o escuelas e intentar apegarse al
recogimiento espiritual que es la base del día de muertos. Hay padres de
familia que opinan que el Halloween busca hacernos olvidar nuestras raíces con
el único propósito de hacerles ganar a las empresas de dulces y juguetes mucho
dinero.
Somos
un país de grandes contrastes e ideologías opuestas que han sabido adaptar
creencias externas a sus prácticas cotidianas, que dan forma a la identidad del
México actual, tan contradictorio, tan humano.
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