Discursos Clásicos: La Aldea Global (Marshall Mc Luhan)
Marshall Mc Luhan – La Aldea Global
(1969) Reflexiones de este filósofo canadiense sobre el papel de la
comunicación en la actualidad
La velocidad de la información en la aldea global significa que cada acción
humana o acontecimiento compromete a todos los habitantes
y constituye un nuevo factor de compromiso total de cada uno de
nosotros en las vidas y acciones de todos. El nuestro es un mundo flamante de
repentinidad. El ‘tiempo’ ha cesado, el ‘espacio’ se ha esfumado.
Ahora vivimos en una
aldeaglobal... un suceder simultáneo. Hemos vuelto al espacio
acústico. Hemos comenzado a reestructurar el sentimiento primordial, las
emociones tribales de las cuales nos divorciaron varios años de alfabetismo. La
nueva interdependencia electrónica recrea el mundo a imagen de una aldea
global.
Comenzamos a darnos cuenta
de que otras culturas, indígenas y orientales, se han desarrollado en planos
sensoriales muy distintos, porque no sólo cada sentido es un mundo singular,
sino que ofrece placeres y dolores singulares. Quizá nuestra supervivencia
(desde luego, nuestra comodidad y nuestra dicha) depende de que reconozcamos la
naturaleza de nuestro medio.
Estamos en la era de la implosión después de 3000 años de explosión–una
implosión en la que todo el mundo está comprometido con todo el mundo. La era
de la co–presencia de todos los individuos es la era de la comunicación: la era
de los humanos al instante. La memoria de la computadora diluye la imagen
humana. Ama a tu rótulo como a tí mismo.
La extensión del sistema
nervioso central no está destinada a crear una ciudad mundial de dimensiones en
continua expansión, sino más bien una aldea global en contracción. La velocidad
con que se mueve la información en la aldea global significa que cada acción
humana o acontecimiento compromete a todos los habitantes en cada una de sus
consecuencias.
La nueva adaptación humana
al medio en función de la aldea global contraida debe considerar el nuevo
factor de compromiso total de cada uno de nosotros en las vidas y acciones de
todos. En la era de la electricidad y la automación, el globo se convierte en
una comunidad de continuo aprendizaje; un solo claustro en el que todos y cada
uno, sin diferencias de edad, están comprometidos en un aprendizaje de vida.
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