Artículo: La violencia genera rating
Publicado originalmente en Periodico Imagen de Veracruz 25 de Noviembre del 2009
con el título de:
En estos días hemos incorporado a la violencia como parte integral de nuestras vidas. Se le encuentra en cualquier tipo de programas que se pueden considerar familiares. ¿Acaso estamos perdiendo la capacidad de convivir sin alterarnos o ponernos violentos los unos contra los otros?
En efecto, los programas esenciales para las televisoras y auténticos titanes del horario estelar o prime time están encargados de conductas violentas y destructivas.
Según el investigador Francisco Ocejo (2000) la violencia es una ‚"amenaza creíble de fuerza física, o acoso psicológico. Existe la intención deliberada de dañar a otro ser vivo". En la televisión el uso de cualquier tipo de violencia verbal, física o psicológica se realiza ‚"sin mostrar su frecuencia y/o acompañada de situaciones glamorosas, por lo que aumenta la posibilidad de ser aceptadas socialmente", complementa Natalia Cruz (2001).
Además de no presentar totalmente las consecuencias reales sobre el acto violento, para empeorar el escenario, se le premia con el triunfo inmediato al personaje que logró imponerse frente al débil. El autor Rodolfo Suárez (2001) llega a la siguiente premisa: ‚"la violencia sólo la produce el villano de la serie o de la película en cuestión, mientras que el héroe sólo se esfuerza por mantener el orden ideal de las cosas que representa. La violencia que ejerce el héroe se llama justicia."
El fenómeno de premiar la violencia se presenta de dos formas. La primera ocurre cuando el agresor sale bien librado, sano y salvo después de ejecutar una acción violenta. La segunda tiene lugar cuando se obtienen medallas, reconocimientos públicos y otros relacionados, después de realizar un acto violento. Aunque también existe una tercera variante, que es cuando un personaje se felicita así mismo o se congratula por haber realizado una daño a otro.
El autor Manuel San Román (2002) afirma que la continua exposición de los televidentes hacia actos violentos conlleva a la creación de ‚"un efecto de desensibilización que consiste en una reducción de la capacidad de la persona para reaccionar ante la violencia en el mundo real, que lleva al individuo a reducir sus sentimientos de empatía y preocupación por las víctimas de actos violentos.".
El efecto es mayor si ocurre una exposición repetida a contenidos que contienen violencia explícita. Ver demasiada violencia en los medios de comunicación vuelve a la gente insensible. Por ejemplo, cuando en Septiembre del 2001 durante la caída de las torres gemelas en Estados Unidos de Norteamérica, la gente creía que estaba viendo una película como parte del shock inicial. Puesto que la destrucción de edificios enormes es ya una constante en series policíacas y películas, el hecho de ver un fenómeno como éste por la televisión, aunque fuera una noticia real, a muchas personas les pareció algo totalmente inverosímil sacado de una película de acción de verano, típica del estilo Hollywoodense.
El perpetuar el ciclo de violencia representada en los medios de comunicación no beneficia en nada la creación de seres humanos empáticos. Es necesario recordar la máxima que nos legara Mahatma Gandhi ‚"la violencia sólo genera más violencia." (Citado en: Franyutti, 1998). Participemos en la creación de medios de comunicación libres de violencia.
con el título de:
"Violencia como rating"
L.C.C Miguel Eugenio Mora Pérez
En estos días hemos incorporado a la violencia como parte integral de nuestras vidas. Se le encuentra en cualquier tipo de programas que se pueden considerar familiares. ¿Acaso estamos perdiendo la capacidad de convivir sin alterarnos o ponernos violentos los unos contra los otros?
En efecto, los programas esenciales para las televisoras y auténticos titanes del horario estelar o prime time están encargados de conductas violentas y destructivas.
Según el investigador Francisco Ocejo (2000) la violencia es una ‚"amenaza creíble de fuerza física, o acoso psicológico. Existe la intención deliberada de dañar a otro ser vivo". En la televisión el uso de cualquier tipo de violencia verbal, física o psicológica se realiza ‚"sin mostrar su frecuencia y/o acompañada de situaciones glamorosas, por lo que aumenta la posibilidad de ser aceptadas socialmente", complementa Natalia Cruz (2001).
Además de no presentar totalmente las consecuencias reales sobre el acto violento, para empeorar el escenario, se le premia con el triunfo inmediato al personaje que logró imponerse frente al débil. El autor Rodolfo Suárez (2001) llega a la siguiente premisa: ‚"la violencia sólo la produce el villano de la serie o de la película en cuestión, mientras que el héroe sólo se esfuerza por mantener el orden ideal de las cosas que representa. La violencia que ejerce el héroe se llama justicia."
El fenómeno de premiar la violencia se presenta de dos formas. La primera ocurre cuando el agresor sale bien librado, sano y salvo después de ejecutar una acción violenta. La segunda tiene lugar cuando se obtienen medallas, reconocimientos públicos y otros relacionados, después de realizar un acto violento. Aunque también existe una tercera variante, que es cuando un personaje se felicita así mismo o se congratula por haber realizado una daño a otro.
El autor Manuel San Román (2002) afirma que la continua exposición de los televidentes hacia actos violentos conlleva a la creación de ‚"un efecto de desensibilización que consiste en una reducción de la capacidad de la persona para reaccionar ante la violencia en el mundo real, que lleva al individuo a reducir sus sentimientos de empatía y preocupación por las víctimas de actos violentos.".
El efecto es mayor si ocurre una exposición repetida a contenidos que contienen violencia explícita. Ver demasiada violencia en los medios de comunicación vuelve a la gente insensible. Por ejemplo, cuando en Septiembre del 2001 durante la caída de las torres gemelas en Estados Unidos de Norteamérica, la gente creía que estaba viendo una película como parte del shock inicial. Puesto que la destrucción de edificios enormes es ya una constante en series policíacas y películas, el hecho de ver un fenómeno como éste por la televisión, aunque fuera una noticia real, a muchas personas les pareció algo totalmente inverosímil sacado de una película de acción de verano, típica del estilo Hollywoodense.
El perpetuar el ciclo de violencia representada en los medios de comunicación no beneficia en nada la creación de seres humanos empáticos. Es necesario recordar la máxima que nos legara Mahatma Gandhi ‚"la violencia sólo genera más violencia." (Citado en: Franyutti, 1998). Participemos en la creación de medios de comunicación libres de violencia.

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